“una sociedad informada es una sociedad más justa”
La tecnología de la información y la comunicación ha cambiado rápidamente en los últimos 20 años con un desarrollo clave como la aparición de las redes sociales. El ritmo del cambio se está acelerando.
El desarrollo de la tecnología móvil ha jugado un papel importante en la configuración del impacto de las redes Sociales. En todo el mundo, los dispositivos móviles dominan en términos totales. Esto no ha sido algo ajeno para los abogados.Hace un tiempo era normal darnos a conocer únicamente por medio de una fría tarjeta de presentación, impresa en papel que con unos pocos datos nuestros, pretendía generar la confianza para los potenciales clientes nos elijan como sus abogados. Hoy en día, el dar una tarjeta es la antesala para que los interesados nos busquen en Google o en la Red Social del momento, como Facebook, Instagram, twitter o en cualquiera de sus variedades.
En marketing, se define a la marca personal como la huella que dejamos en los demás, como el recuerdo que estos tienen de nosotros. Precisamente, son las redes sociales ese instrumento ideal por el cual podemos trabajar nuestra marca personal y enfocarnos en hacerlo de la mejor manera para nos beneficien en todos los sentidos de la profesión, siempre respetando los códigos de Ética profesional.
Los abogados en la era de las redes sociales asumen un gran compromiso con la sociedad, esto es lograr que la justicia y la gente sean cercanas. Por otro lado las redes sociales juegan un rol fundamental en el marco de acercar a los profesionales con la gente, sean clientes o no, pero esto no siempre se da de manera positiva.
En ese sentido, aportar valor, posibilitar la cercanía y aconsejar respectos de esos dolores jurídicos, por los cuales todos pasamos en algún momento de nuestras vidas puede ser la llave para convertirnos en referentes y alimentar la nueva confianza digital. Dicha confianza no va ser producto de la publicidad tradicional, sino de la posibilidad de acercar Derecho a todos y mediante el feedback, saber ir construyendo el mensaje adecuado para nuestra audiencia.
Esto no significa que tengamos que construir un personaje ni mucho menos no ser uno mismo, todo lo contrario, es saber que comunicar, como y cuando, siendo uno genuino y respetando su marca e impronta personal. Eventualmente en este ida y vuelta podrá culminar en una consulta privada. Todo ello, por supuesto como dije anteriormente sin soslayar las normas de éticas que rigen nuestra profesión de abogado.
Es imperioso que los abogados acerquemos el Derecho a las personas. La sociedad es el lugar donde el derecho se desenvuelve y ahí tenemos que estar nosotros para comunicar esa realidad de la mejor manera posible. Por supuesto que crear contenido en Redes Sociales conlleva una gran responsabilidad. Si bien hoy en día una persona con un teléfono e internet en mano, tiene las mismas posibilidades de ser igual de masivo que cualquier estrella de los medios de comunicación tradicionales. A la hora de hacerlo tiene que ser muy cauteloso, porque todo gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Hoy, redes sociales mediante, tenemos la enorme chance de ser “mini influencers” de derecho y con discurso, claro, llano y preciso convertirnos en referentes ocupados a enseñar el día a día del derecho de las personas. Si realmente queremos mejorar la sociedad, no podemos limitar nuestro rol a ser simples operadores jurídicos. Tenemos la oportunidad de construir una sociedad empoderada con información sobre sus derechos, acercando al derecho y la gente. Indefectiblemente ese es el camino para construir una sociedad más justa, y una sociedad más justa es una sociedad mejor para todos. Incluso para nosotros los abogados.
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